El psicólogo polaco Kazimierz Dabrowski identificó lo que llamó
“sobreexcitabilidades” o “supersensibilidades”. Los niños superdotados
tienden a tener más de una.
A menudo muchas personas que viven alrededor de personas con Altas
Capacidades, no pueden comprenderlos, encuentran en sus comportamientos
una fuente de irritabilidad que les hace perder la paciencia, sin
embargo cuando se combinan altas capacidades con sobreexcitabilidades se
establecen altas posibilidades de alcanzar un alto nivel de desarrollo.
Según Kazimierz Dabrowski , los conflictos y los sufrimiento interiores son necesarios para lograr un desarrollo avanzado.
Las
sobreexcitabilidades son emociones innatas que indican una alta
capacidad de respuesta a los estímulos. Se encuentran en un grado
superlativo en los sujetos altamente creativos y en los superdotados. Se
expresan en una mayor sensibilidad, conciencia e intensidad.
Dabrowski identificó cinco áreas de intensidad: Psicomotor, Sensual,
Intelectual, Imaginativa, y Emocional. "Aquel que manifiesta varias
formas de Sobreexcitabilidades, ve la realidad de una manera diferente,
más fuerte y desde más puntos de vista”.
SOBREEXCITABILIDAD PSICOMOTORA
Es una elevada excitabilidad del sistema neuromuscular. Esta intensidad
psicomotor incluye una “capacidad para ser activo y enérgico", amar el
movimiento per se, derroche de energía mostrada por habla rápida, ávido
entusiasmo, actividad física intensa y necesidad de acción. Cuando se
sienten emocionalmente tensos, puede que hablen compulsivamente, actúen
impulsivamente, se comporten mal y sobreactúen, muestren hábitos
nerviosos, se sobre-esfuercen (tendiendo hacia ser “maniacos” del
trabajo), se vuelvan convulsivamente organizados o muy competitivos.
Obtienen una gran satisfacción de su ilimitado entusiasmo (y actividad)
físico y verbal, pero otros pueden ver esto como cargante. En casa y en
el colegio, estos niños parece que no pueden estarse quietos hablando
constantemente. Los adultos y sus compañeros les entran ganas de
decirles ¡siéntate de una vez y cállate de una vez!
Este niño corre el peligro de ser mal diagnosticado por un Desorden de Déficit de Atención Hiperactivo (ADHD).
SOBREEXCITABILIDAD SENSITIVA
Se expresa como una experiencia exacerbada de deleite o desagrado a
través de los sentidos: la vista, el gusto, el tacto, el olfato y el
oído.
Obtienen una experiencia mucho más expansiva de sus sentidos que una
persona normal. Tienen una mayor y más temprana percepción de los
placeres estéticos, tales como la música, el lenguaje, el arte, así como
obtienen un deleite ilimitado de los gustos, olores, texturas, sonidos y
vistas. Pero también, gracias a esta sensitividad exacerbada, pueden
llegar a sentirse sobre estimulados o incómodos con algunos estímulos.
Cuando están emocionalmente tensos, algunos individuos pueden llegar a
comer demasiado, comprar compulsivamente, o querer ser el centro de
atención. Otros llegan a retraerse de cualquier tipo de estímulo. Estos
niños pueden encontrar las etiquetas de la ropa, el ruido de la clase o
los olores de la cafetería como algo tan perturbador, que los deberes
del cole pasan a un segundo nivel.
Estos niños también pueden llegar a estar tan absorbidos por su amor
hacia una particular pieza de arte o de música que el mundo exterior
deja de existir para ellos.
SOBREEXCITABILIDAD INTELECTUAL
Se refleja en una marcada necesidad de buscar el entendimiento y la verdad, de adquirir conocimientos, analizar y sintetizar.
Los dotados con sobreexcitabilidad intelectual tienen mentes
increíblemente activas, son intensamente curiosos, frecuentemente ávidos
lectores y normalmente muy observadores. Son capaces de concentrarse,
esforzarse intelectualmente en tiempos prolongados y son tenaces en la
resolución de los problemas que ellos elijan. Otras caracterísiticas
pueden incluir una planificación metódica y tener una marcada
recopilación de detalles visuales. Frecuentemente ama la teoría, pensar
acerca de pensar y el razonamiento moral.
Este focus en el razonamiento moral a menudo se traduce en una gran
preocupación por los asuntos morales y de justicia. También les hace
bastante independientes de pensamiento y pueden llegar a parecer
críticos e impacientes con otros que no les siguen el ritmo. O pueden
también entusiasmarse tanto con una idea que interrumpen en momentos
inapropiados a su interlocutor.
SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA
Refleja
un gran peso de la imaginación con respecto a la asociación de imágenes
e impresiones, uso frecuente de metáforas, facilidad para inventar,
fantasía, visualización al detalle y sueños muy elaborados.
A menudo estos niños mezclan la verdad con la ficción y se crean sus
propios mundos privados con compañeros imaginarios para escapar del
aburrimiento.
Les resulta difícil estar atentos en clase cuando la creatividad y la
imaginación son secundarias respecto a una educación rígida.
Escriben historias y dibujan en vez de estar a lo que tienen que estar
en clase. También pueden tener dificultades en terminar las tareas si
entre tanto, alguna idea increíble se les viene a la cabeza y les lleva a
una tangente imaginaria.
SOBREEXCITABILIDAD EMOCIONAL
Es la primera que los padres suelen notar. Se refleja en sentimientos
muy intensos y realzados, complejas emociones extremas, identificación
con los sentimientos ajenos y una expresión fuertemente afectiva. Otras
manifestaciones pueden incluir respuestas físicas como Dolores de
estómago y rubor o preocupación por la muerte y la depresión. Tienen una
marcada capacidad para las relaciones profundas; muestran fuertes
conexiones con la gente, algunos lugares y con las cosas. Tienen
compasión, empatía y mucha sensibilidad en las relaciones.
Son conscientes con una gran precisión de cuáles son sus sentimientos, o
de cómo van cambiando y creciendo, y a menudo llevan a cabo diálogos
internos y practican la autocritica.
A estos niños se les acusa frecuentemente de ser melodramáticos o“sobrereacionar” a las situaciones.
Los
niños con una fuerte sobreexcitabilidad emocional a veces son
diagnosticados erróneamente con trastorno bipolar u otros problemas y
trastornos emocionales.
También se manifiesta en una profunda preocupación por los demás, así
como en autocrítica y ansiedad. Así de comprensivos como lo son para
otros, parecen incapaces de sentir simpatía por ellos mismos. Por el
contrario, tienden a ser muy auto-críticos. También pueden sentir un
profundo sentido de responsabilidad, lo cual puede llevar a sentimientos
de fracaso y culpa.
Mientras que su compasión y sentido de la responsabilidad pueden llevar a
aquellos con una sobreexcitación emocional a ayudar a los demás,
también pueden crearles problemas. Los niveles de ansiedad que
experimentan pueden interferir con las tareas simples, como las tareas
domésticas o incluso terminar las tareas escolares. También pueden
desarrollar síntomas psicosomáticos como dolores de estómago o sufrir de
depresión.
La depresión que aquellos con SE emocional a menudo experimentan es la
depresión existencial, lo que significa que se deprimen por cuestiones
relativas a las cuestiones básicas de la vida: la muerte, la pobreza, la
guerra y la enfermedad, por ejemplo. Episodios de depresión existencial
pueden ser ocasionados por alguna experiencia específica, pero son
igual de probables que surjan espontáneamente.
Los niños con SE emocional también tienen dificultades para adaptarse a
los cambios y pueden experimentar altos niveles de ansiedad cuando se
exponen a situaciones nuevas o ambientes desconocidos.
Los niños no crecen fuera de esta sensibilidad. Un niño con intensos
sentimientos emocionales experimentará la misma profundidad de emoción
que un adulto.
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