martes, 25 de marzo de 2014

MI LLEGADA AL MUNDO FUE ASÍ...


He llegado al mundo de las Altas Capacidades a través de mi hijo de 9 años. Un mundo lleno de sorpresas, de altibajos, de grandes emociones y también de grandes decepciones.
La primera sorpresa fue su descubrimiento, porque por mucho que veas que él es distinto no llegas a ver la profundidad de esa diferencia. Te emocionas al pensar lo maravilloso que puede llegar a ser tener tantas oportunidades a su alcance y de pronto comienzan los altibajos emocionales ya que empiezan los miedos y las dudas -las tuyas y las suyas-. Después llegan las decepciones al ver cómo quienes le rodean no creen en él, hacen absurdas comparaciones y se empeñan en no querer ver más allá, en no aprender con él y sobre todo en no entender su "diferencia". Y sufrimos todos.
Como madre me emociono con su grandeza emocional, me sorprende cómo puede transmitir con tanta pasión sus sentimientos y sus miedos. Me sorprende su capacidad de sorprender, ya que cuando menos te lo esperas hace o dice algo que te deja sin contestación. Me sorprende que sus reflexiones me hagan cuestionarlo todo, me sorprende que con él aprenda cada día algo nuevo. Mi hijo me emociona, me sorprende, pero sobre todo me motiva para seguir día a día emocionándome y sorprendiéndome con él. Es el motor de mi vida. Es la razón de mi lucha.
Como madre me decepciona que quienes le rodean no sean capaces de ver lo maravilloso que puede llegar a ser por el mero hecho de no querer. Así que cuando descubres la "diferencia" de tu hijo y te ves reflejada en él, a menudo te preguntas si alguna vez tú también fuiste como él. En mi caso he llegado a la conclusión de que no, nunca he sido como él y viendo la complejidad de su mundo, de todo lo que le rodea, en el fondo lo agradezco.
Como madre no me importa cuán inteligente pueda ser o dejar de ser, me importa que crezca sintiéndose comprendido y apoyado, me importa que por encima de su inteligencia o de su capacidad llegue a ser lo que desee ser, pero sobre todo que sea un NIÑO FELIZ ahora y ADULTO FELIZ después.


Susana.



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